Ingenieros del Centro Técnico de SEAT trabajan a diario realizando multitud de pruebas en cada uno de los modelos para reducir al máximo la probabilidad de daños graves en los conductores, pasajeros y peatones en caso de siniestro. Un trabajo cuyo horizonte pasa por diseñar en un futuro un coche “capaz de evitar por completo los accidentes”, explica Henrico Puttenstein, uno de los ingenieros del departamento de Seguridad Pasiva del Centro Técnico.
Choques a baja y alta velocidad, arranque de cinturones, hundimiento de techo y puertas…toda una serie de ensayos que son analizados al milímetro a través de cálculos técnicos muy precisos. “Lanzamos diferentes elementos de fuerte impacto contra el coche que simulan ser una parte del cuerpo humano, como puede ser la pierna, la cadera o la cabeza”, detalla Henrico. “Con las pruebas que realizamos reducimos en un 20% la probabilidad de sufrir daños graves en un accidente”, asegura.
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